El plomo es un metal pesado cuya utilización y manipulación no está exenta de riesgos para la salud por lo cual se debe evitar en la medida de lo posible el contacto con la piel y la inhalación de los vapores durante su fundición. Se debe tender al empleo de pesas ecológicas cuyo impacto medioambiental es menor. En la fabricación de los plomos de casting las empresas realizan estudios de aerodinámica y diseños de tipo balístico para conseguir una menor resistencia por parte del aire, que ayude a conseguir una mayor distancia en el lanzamiento.
En los monofilamentos la alta investigación está siempre presente para conseguir las líneas que proporcionen al lanzador sus mejores prestaciones en cuanto a resistencia a la rotura, mínimo rozamiento y nula memoria. Aunque no siempre lo más caro es lo mejor no se debe escatimar por razones de seguridad y eficacia en adquirir los de mejor calidad pues nos garantizarán menos roturas a la vez que nos ayudarán a conseguir mejores marcas.
Las anillas de conexión son obligatorias en los campeonatos del mundo, facilitan el cambio de los plomos y nos evitan hacer nudos si no recogemos caña en mano.
El dedil es imprescindible para efectuar los lanzamientos pues nos evitará cortes y abrasiones en los dedos. Para el carrete de bobina fija se suelen emplear de cuero o la tira de esparadrapo de tela, para el carrete giratorio se utiliza un trozo de cámara de bicicleta, el caucho tiene un buen agarre, mejor por la parte interior, lo que facilita que no se escape el tiro. Si la cámara es la clásica de color negro con la fricción sobre el puente nos lo pondrá un poco negro si esto no es de nuestro agrado se puede utilizar un trozo de guante de jardinería que igualmente tiene una buena sujeción y no mancha los hilos.
El calibre nos sirve para verificar que los hilos cumplen las normas establecidas en las competiciones y nos permite desechar aquellos hilos que no cumplen con lo marcado en sus etiquetas de forma manifiesta.
En el apartado de la medición de las distancias tenemos desde lo más simple a lo más sofisticado tecnológicamente. En lo simple tenemos la clásica cinta métrica en lo avanzado tenemos las estaciones totales de medida empleadas en topografía las cuales incorporan los sistemas de posicionamiento global GPS contribuyendo a medidas exactas milimétricamente. Los medidores láser pueden ser igualmente válidos en función de sus características técnicas.
En la comunicación los conocidos walkie talkies nos facilitan las tareas de comunicación de las distancias entre jueces y anotadores pues cada uno se encuentran en un lado de la pista, unos en la zona de lanzamiento y otros donde cae el plomo.
Los detectores de metales se emplean para localizar los plomos perdidos en las roturas de hilos de esta forma dejamos el entorno libre de elementos contaminantes.
Por último para cortar los hilos nos valemos de los cortaúñas, pequeñas tijeras y otros tipos de cortadores retractiles. Para ayudarnos a deshacer los enredos o pelucas y algunos nudos, utilizamos un punzón con la punta muy fina, los hay de tipo bolígrafo con su caperuza de protección.